La construcción de una piscina implica que las autoridades competentes, ya sea el Ayuntamiento o la Consejería, tanto en el caso de piscinas particulares como comunitarias, verifican si la construcción cumple con las regulaciones vigentes.
Aunque edificar una piscina en una propiedad no es extremadamente complejo, es esencial obtener todos los permisos y licencias previos a la ejecución de la obra. Esto evitará problemas futuros y la posibilidad de derribo de la piscina y sanciones económicas.
¿Es necesario obtener una licencia de obra para todas las piscinas?
Generalmente, al querer instalar una piscina, se deberá solicitar licencia municipal. A pesar de que se trate de una piscina elevada, es importante obtener una licencia municipal.
Los ayuntamientos cuentan con regulaciones específicas que afectan a todo el término municipal. Además, su instalación tiene relevancia frente a otros organismos; por ejemplo, para Catastro, una piscina no se considera como terreno, sino como instalación deportiva y así habrá de declararse. Una piscina se considera una mejora del inmueble y está sujeta a impuestos.
Para la construcción de piscinas enterradas, que involucra excavación, se requiere una licencia municipal junto con un proyecto técnico. La licencia municipal toma en cuenta la edificabilidad del terreno, las distancias entre tu propiedad y los vecinos, la cercanía a la carretera y la conexión con la red de desagüe. En resumen, verifica que todo cumple con la normativa.
¿En qué situaciones es ilegal una piscina?
Es ilegal si no cuenta con los permisos necesarios para su ejecución y su actividad.
Además, se considerará ilegalizable si no cumple todas las especificaciones marcadas por la normativa (autonómica y/o municipal) por ejemplo en materia de retranqueos con los linderos, de superficie o volumen máximos...
En resumen, se puede legalizar una piscina antes, durante o después de su construcción, pero ten en cuenta que hacerlo sin los permisos adecuados resultará en multas y sanciones.
Multas y sanciones
La ejecución de una piscina ilegalmente puede acarrear multas y sanciones. A veces nos impondrán una sanción económica y, si la piscina no fuera legalizable, podríamos enfrentarnos al derribo o reconstrucción de la misma.
Ruidos
A veces las piscinas son fuente de ruidos y conflictos vecinales por su utilizacion, sobre todo, en horario nocturno. Un uso responsable de las piscinas implica el no saltarnos la normativa en materia de ruidos y respetar las limitaciones acústicas para evitar multas.
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